Por Carl Lamers
Una de las quejas más comunes que recibo de los podadores de árboles de despeje de líneas es sobre las solicitudes de trabajo que reciben.
Estas solicitudes se usan para dirigir al grupo de capataces hacia los árboles que específicamente necesitan ser podados cuando se recortan para PG&E.
Los capataces podadores de árboles están preocupados por el hecho de que la mayoría de los que escriben las solicitudes para un trabajo carecen o tienen poco conocimiento sobre la fisiología y los hábitos de crecimiento de los árboles, y sobre la realidad del podado de despeje de las líneas de servicios públicos. También se quejan sobre las indicaciones de cómo encontrar los árboles que necesitan ser podados.
Mi propia experiencia ha sido extremadamente frustrante con respecto a este último asunto. A veces he pasado más de media hora buscando un árbol que no he podido encontrar, y por ello he sido acusado de improductivo.
Cuando los capataces informan a los supervisores de los errores en las solicitudes de los trabajos, como respuesta reciben burlas o insultos.
Las requisiciones de trabajos son escritas por terceras empresas, como las no-sindicadas Davey Expert, ACRT o WECI. La mayoría de los empleados de estas compañías son muy jóvenes y con poca experiencia, y son pocos los que han trabajado por largo tiempo en ellas
Lo que se conoce como distancias mínimas obligatorias entre la vegetación y líneas de alta tensión para estos árboles es a menudo perjudicial o fatal para éstos. Uno de los deberes de las personas que escriben las solicitudes de trabajos es el de obtener el permiso del propietario para poder tener acceso y permiso para realizar la labor. Al llegar, los grupos de trabajo de poda le informan al dueño acerca de cuáles son las distancias prescritas, pero éste les dice que son excesivas, y que el árbol no se verá estético. Es frecuente que los dueños de las propiedades le digan al grupo de trabajadores que nadie les ha hablado sobre el corte de los árboles. Los dueños les han dado órdenes a los grupos de trabajo de que se salgan de la propiedad. Por muchos años las distancias de limpieza mencionadas con anterioridad eran entre ocho y doce pies. Actualmente la mayoría de esas distancias mínimas obligatorias son entre 16 y 20 pies.
En estas situaciones los miembros de los equipos de poda son los que están más visibles en los ojos de los dueños de la propiedad. Por un lado, los trabajadores tienen la orden de trabajo, y por el otro la posibilidad de encontrarse con un propietario que no está contento. A los podadores se les prohíbe mostrar las órdenes de trabajo al propietario, lo que en ciertos casos es entendible puesto que a veces las instrucciones implican TTK, trim to kill [podar para matar al árbol], o FT, fatal trim [poda fatal]. Si el equipo tuviese que explicarle esto al dueño, imagínese la resistencia que enfrentaría. Si las instrucciones no se siguen, existe la posibilidad de que la auditoría falle, lo que podría resultar en la finalización del contrato.
Los podadores de árboles se sienten comprensiblemente molestos por estas situaciones y están buscando ayuda para poder hacer algo al respecto.
Carl Lamers es Representate de Negocios del IBEW Local 1245